Los medicamentos GLP-1, como la semaglutida y la tirzepatida , son un tipo de fármaco llamado agonistas del receptor GLP-1. Funcionan imitando una hormona en tu cuerpo llamada péptido-1 similar al glucagón (GLP-1), que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, ralentiza la digestión y reduce el apetito.
Estos efectos ayudan a controlar el azúcar en la sangre y apoyan la pérdida de peso al hacer que te sientas lleno más rápido y por más tiempo
Los medicamentos GLP-1 suelen recetarse a personas con diabetes tipo 2 para ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre. También se utilizan para la gestión del peso en personas con obesidad o sobrepeso con condiciones relacionadas, como hipertensión arterial o colesterol alto.
Tu médico determinará si los medicamentos GLP-1 son adecuados para ti según tu historial médico y objetivos de salud.
La pérdida de peso varía según la persona, pero los estudios han demostrado que los pacientes pueden perder entre un 10-20% de su peso corporal con el uso constante de semaglutida o tirzepatida, junto con una dieta saludable y ejercicio. Muchos pacientes comienzan a ver resultados dentro de los primeros meses.
Los medicamentos GLP-1 comienzan a funcionar poco después de la primera dosis, pero puede que pasen algunas semanas antes de notar cambios significativos en tu apetito, niveles de azúcar en la sangre o peso. Los efectos completos suelen hacerse más evidentes después de 2 a 3 meses de uso constante.
Los efectos secundarios comunes incluyen:
Dolores de cabeza
Estos efectos secundarios suelen ser leves y mejoran a medida que el cuerpo se ajusta al medicamento. Si experimentas efectos secundarios graves o persistentes, contacta a tu proveedor de atención médica.
Los medicamentos GLP-1 están diseñados para uso a largo plazo para ayudarte a mantener la pérdida de peso y controlar los niveles de azúcar en la sangre. Si dejas de tomar el medicamento, es posible que recuperes parte del peso perdido. Siempre consulta a tu médico antes de hacer cambios en tu medicación.
Sí, para obtener los mejores resultados, los medicamentos GLP-1 deben combinarse con una dieta saludable y ejercicio regular. Estos medicamentos reducen el apetito y te ayudan a controlar tu peso, pero los cambios en el estilo de vida son esenciales para lograr un éxito a largo plazo.
Sí, los medicamentos GLP-1 como la semaglutida y la tirzepatida han sido estudiados para uso a largo plazo y se ha demostrado que son seguros y eficaces. Tu proveedor de atención médica monitoreará tu progreso y ajustará el tratamiento según sea necesario para garantizar que siga beneficiando tu salud.
Sí, los medicamentos GLP-1 también están aprobados para la gestión del peso en personas que no tienen diabetes pero que tienen sobrepeso u obesidad. Estos medicamentos ayudan a controlar el apetito y a apoyar la pérdida de peso a largo plazo.
Sí, los medicamentos GLP-1 pueden no ser adecuados si tienes ciertas condiciones de salud, como:
Siempre discute tu historial médico completo con tu proveedor de atención médica antes de comenzar cualquier medicamento nuevo.
Es importante consultar con tu médico antes de combinar los medicamentos GLP-1 con otros medicamentos para bajar de peso. Algunas combinaciones pueden no ser seguras o podrían aumentar el riesgo de efectos secundarios. Tu médico te ayudará a determinar el mejor plan de tratamiento para tus objetivos de control de peso.
La mayoría de los medicamentos GLP-1 se administran como una inyección semanal usando un bolígrafo prellenado. La inyección generalmente se aplica en el abdomen, muslo o parte superior del brazo. Tu proveedor de atención médica te enseñará cómo autoadministrar la inyección en casa.
Sí, los medicamentos GLP-1 son muy efectivos para reducir los niveles de azúcar en la sangre, particularmente en personas con diabetes tipo 2. Ayudan al cuerpo a liberar insulina cuando los niveles de azúcar son altos y ralentizan la liberación de azúcar del hígado, lo que mejora el control de la glucosa.
No hay restricciones dietéticas estrictas, pero se recomienda evitar los alimentos grasosos, fritos o azucarados, ya que pueden agravar efectos secundarios como las náuseas. Enfócate en una dieta equilibrada con muchas frutas, verduras, proteínas magras y cereales integrales para obtener los mejores resultados.